martes, 21 de diciembre de 2010

Entre capullos

Qué día más extraño. Me levanté con las anginas muy inflamadas, todo por culpa del café que no me dejó dormir. Hace un par de semanas vi que si abría la ventana y refrescaba la habitación me costaba menos conciliar el sueño. Anoche no funcionó. Eran las 4.15 y seguía dando vueltas. Tenía un montón de revistas de ASAJA y me entretuve con ellas hasta que me agobié pensando que tenía que descansar algo, que el despertador sonaría en apenas tres horas. Finalmente, dormí.

A las 9, tras haber retrasado un par de veces el maldito let's go que suena cada día, me levanté incapaz de abrir los ojos. Me pesaban como jamás me habían pesado. Y aún necesitaba tiempo para repasar mi examen...

Salí tarde de la habitación y llegué puntual a mi examen. Increíble. Eso ha sido lo más interesante de hoy... o no.

Mi rechazo repentino a las redes sociales se truncó. Necesitaba comunicarme. Y entonces apareció él. Ese chico al que tan pronto quiero como no me importa nada. Me ha pedido un trato pero, después de vacaciones. No sabía de qué hablaba, no me cuadraba nada. Entre líneas, he conseguido leer la palabra "compromiso".

Compromiso, nunca una palabra me dio más miedo que esa hoy. Yo que siempre he estado buscándolo y ahora me da tanto pavor.

Parece la historia de un cuento de princesas. Desde el primer día que nos vimos, sabíamos que había algo. Algo que nos atrae demasiado. Realmente él nunca ha sido lo que yo he buscado. Ahora que se plantea dejar todo y empezar la historia conmigo, soy yo la que tiene dudas. No sé qué hacer. Bueno, sí que sé lo que voy a hacer: esperar a que vuelva otro chico perfecto, porque ya he descubierto que los hay.

Llegan y se van fugazmente. ¿Por qué no estar más atenta esta vez y no dejarle irse? Mamá siempre dijo que algunas se quedan solteras de tanto esperar a ese príncipe azul, pero yo voy a retar su dicho. Si funciona, seré feliz de por vida.

No hay nada que me dé más miedo que la soledad. El día que se vayan todos y me quede sola, ¿qué voy a hacer? Seguramente ser una cobarde e irme con ellos de la manera que sea.

Por otro lado, ha vuelto. Él ha vuelto. No he sabido cómo reaccionar, qué decirle. El rencor me hizo actuar así. No quiero volver a confiar en quien me ha hecho sentirme como me sentí. Volvemos a los sentimientos. ¿Quién ganará esta batalla esta vez?

Y aun así, no dejo de pensar en él. Es imposible no mirarle cuando está enfrente de mí y recordar todos los buenos momentos que pasamos juntos. Evito pasar por el sitio donde siempre nos veíamos. Hay días que viste los pantalones que me gustaban tanto y me planteo si lo hizo pensando en mí o simplemente fue casualidad. Tonta de mí...

En fin, he hablado de tres personas distintas en mi vida y ninguna me convence ni me llena ni me conviene. Esta vez será el tiempo el que ponga las cosas en su lugar. Yo, desisto.

No hay comentarios: