martes, 3 de enero de 2012

Reinstalación

Ya he cumplido los diez primeros días en casa. Pensé que vivir de nuevo con mis padres sería más complicado y me costaría más trabajo adaptarme a la nueva situación.

En primer lugar, he dejado varios cajones vacíos de objetos inútiles que guardaba como recuerdos o apuntes en sucio por si algún día me hiciesen falta, he disminuido el número de figuritas que adornan las estanterías y he cambiado las notitas viejas que adornaban el corcho por postales verdaderamente preciosas y llenas de sentido para mi nueva vida.

La mesita de noche se ha llenado de libros. Antes, estaban todos en la estantería cogiendo polvo, ahora estoy con seis libros a la vez; dos por obligación y los otros cuatro porque me aportan lo que ha día de hoy necesito saber.

Del escritorio eliminé esos botes llenos de bolígrafos con la tinta seca y he optado por colocar unos botes de cristal que pinté a mano, mi calendario de mesa de las Hermanitas de los Pobres, mi blog de notas de la JMJ, la arcilla que modelé durante una oración en la que hay un belén en miniatura, una mariquita de arcilla, un niño Jesús, unas chapas y mi rosario, sin olvidar la estampa de Santa Vicenta María con una de las frases que más me gusta, "La oración todo lo facilita".

Tiré los posters de George Clooney y Josh Hartnett que clavé en la pared unos años atrás y los he sustituido por unas fotos preciosas de mis amigas y mi familia.

Mi madre no termina de creerse lo que está sucediendo, no hace más que pasar a la habitación y embobarse con las fotos, con el corcho, con cualquier cosa que jamás pensó que ocuparía ese lugar. Ahora es ella quien me acompaña diariamente a la Eucaristía, quien me ha regalado mi nueva Biblia y la que también me interrumpe con sus preguntas en mis ratos de oración. Me gusta que se preocupe por lo que hago.

Todo ha cambiado y nada volverá a ser como antes. En cuanto esté preparada echaré a volar y estoy segura de que será la mejor decisión que jamás haya tomado.

8 comentarios:

Angelo dijo...

Me recuerda a mis continuos cambios que hacía en mi habitación. Un abrazo

Y resucitar contigo dijo...

Ay María, yo me he perdido mucho al entrar en tu blog jajjaa, es decir, que soy torpe para "comprender" la vuelta a casa, el cambio.... Te dejo este comentario pobre, y esta noche vuelvo a leer con calma desde hace... varios post.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Hay cambios que indican madurez, otros necesidad...pero sin duda tu habitación ha dado un giro de 360º porque tú lo has dado en tu vida...ves la vida desde otra perspectiva, das prioridad a otras cosas, valoras más lo sentimental que lo material...Yo estoy contigo, es hora de cambios, en tu vida y en mi vida Mariochi...yo me doy de límite para ordenar la habitación hasta después de mis exámenes jajajajaja (no tengo tanto tiempo libre como tú :P)y ya el resto...vendrá a su tiempo xD

Fran dijo...

Qué bonita la relación con tu madre.
Todos debemos hacer cambios.
Me has dado algunas ideas.

Anónimo dijo...

A veces pienso que la vida es como el Windows: cada cierto tiempo hay que reinstalarlo todo.

Un beso. Àngel

María dijo...

Angelo, mi habitación quedó estancada estos cuatro años que he estado fuera de casa. Ya era hora de "airearla".

Patricia, te has perdido mucho y tengo que decirte que apenas he compartido nada del cambio que está dando mi vida. Un día de estos lo explicaré con calma...

Noemí, me conoces demasiado, ya sabes de lo que hablo. Este cambio me gusta y mucho.

Fran, me alegro de servirte de ayuda para cambiar siempre que sea a mejor.

Àngel, era un cambio que necesitaba, una actualización, estar más acorde con esta nueva etapa.

Gracias. Un fuerte abrazo para vosotros

Inés María dijo...

Hola...te he descubierto desde el blogg de Angelo!!! Me ha gustado y me hago seguidora...

En casa te leo con más calma y te anexo al mio.

www.ssiempredefrente.blogspot.com

Un abrazo en María Santísima,

Inés María

María dijo...

Inés María, muchísimas gracias por seguirme. Yo también me he animado a seguir el tuyo. Tiene muy buena pinta.

Un fuerte abrazo