lunes, 7 de marzo de 2011

De aniversario

Llevo unas semanas viviendo en una nube. He conocido una persona que me ha hecho recuperar la fe cuando ya casi la daba por perdida e irrecuperable. Me he dado cuenta de que Dios da sentido a mi vida cuando menos lo espero para recordarme que Él siempre sigue ahí, cuidando de mí. 

Esta vez lo hizo de una manera especial. Me ha enseñado un ejemplo de vida que sabe que me cautiva. Esta persona es tan importante para mí, que espero no se aleje mucho y continúe guiándome por este camino tan dificultoso. 

Ahora me es imposible despertar una mañana sabiendo que no estará. Quiero que esté siempre ahí, quizá de un modo más íntimo... Hace tiempo que dejé de creer en el destino y comencé a confiar en que todo lo que ocurre a mi alrededor no son simples casualidades. Hay alguien que me encamina hacia unos ideales que aún no habían florecido hasta este momento. Y me gusta. 

Mañana es un día especial en casa. Recuerdo la típica historia con anécdota que me contaron del día que nací y cada día me gusta más escucharla.

Era un ocho de marzo. Las Calasancias celebraban el aniversario de Beato Faustino Míguez, como todos y cada uno de los años. Siempre se hace una pequeña gymkana que organizan los mayores para los más pequeños y se termina la mañana comiendo migas que cocinan los padres. Se me olvidaba decir que las Calasancias son como mis segundas madres, de hecho, las llamamos "madre". Ellas se encargan de la enseñanza en el colegio Divina Pastora repartidas por casi todo el mundo.

Empiezo a perderme de la historia. Era un ocho de marzo y tanto Laura como José Luis, mis hermanos mayores, disfrutaban de tan ansiado día en el colegio. Una llamada inesperada cambió el rumbo del día.

Apenas pasaban las diez de la mañana, cuando madre Soledad les anunciaba que acababan de tener una hermanita. Nuestra madre había llamado para comunicar la noticia. Una alegría mayor al saber que también era, y es, el día de la mujer trabajadora.

Cada año que llega este día, volvemos al colegio para conmemorar el aniversario y recordar esta historia con las madres que vivieron ese día la noticia.

Ahora todo es diferente. El día de mi cumpleaños ya no es fiesta, como hasta hacía unos cinco años. Dejé el colegio, por distintos motivos, y continué mis estudios en un instituto público donde nadie conoce a Faustino  ni celebran su día. Llegó la época de universidad y continuamos así, sin celebrarlo, yendo a clase, a prácticas... A cumplir con las obligaciones del día. Por suerte, mis padres hacen hueco en sus agendas y vienen a visitarme a la residencia. A pesar de que sean unos pocos minutos, disfruto de su compañía.

Este año, por mi parte, no necesito que mañana, ocho de marzo, todos quieran decirme "felicidades", el sábado disfruté de la familia como nunca. Lo de mañana será un extra.

Continúo con mi felicidad personal. El secreto está en los pequeños detalles, en saber apreciarlos, y si vienen de los que más quieres, no se puede pedir más.

Al soplar las velas, también pedí mi deseo particular. Si algún día llegase a hacerse realidad, será uno de los días más felices de mi vida, más incluso que este momento.

He de decir que hacía mucho tiempo que no me regalaban flores y tengo un precioso ramo de lilium y crisantemos adornando mi habitación. Ojalá durasen eternamente.

3 comentarios:

La que mató al gato dijo...

Enhorabuena por esa persona especial, ojalá que te vaya bien con ella ^^ Y feliz cumpleaños por adelantado!! :DD

Anónimo dijo...

"La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado".
Artículo 16.3. Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Feliz Cumpleaños. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Feliz cumpleaños, un bonito día para nacer. La familia, a mi me encanta la mía y de vez en cuando también me sorprenden. Que suerte que tengas ha alguien especial, espero que puedas compartir tus alegrías y tus penas y si llega... una vida.

Un beso y un abrazo en TÚ día!